28.12.14

El testimonio de Blanca Portillo













Blanca Portillo, actriz, entrevistada hoy en El País: "Creo que cualquier religión, cualquier idea que nos lleve a destruir (los fanatismos, en el fondo, plantean una destrucción) nunca merece la pena; nada es tan importante como para poner en riesgo tu vida y la de los demás". Viene a cuento de la dramatización del libro de Colm Tóibín El testamento de María que interpreta actualmente, monológicamente, en Madrid. Y es que más que testamento es testimonio. Porque las palabras que el escritor irlandés pone en boca de la María madre del Cristo son rebeldes, contestatarias, no precisamente de aquiescencia y aceptación de la decisión del hijo y sus seguidores del momento, según el mito. Prosigue la actriz: "Me parece peligroso porque dejas de tener en cuenta el valor de la vida. No entiendo que nadie se llene de explosivos y vuele un mercado. Ninguna idea puede justificarlo." Portillo pone un ejemplo actual de una religión del Libro que, como las otras dos primas hermanas, persisten a machamartillo y a sangre y fuego si la coyuntura lo exige. El problema de los riesgos de los que invocan la salvación  -desde cualquier ideología-  es que embarcan a todos. Quieren obligar a salvarnos a todos. Lo malo es que quienes lo preconizan siembran la cizaña, los odios y la violencia, y siempre nos hunden más en la destrucción. Repásese el currículo de esas llamadas religiones del Libro y véanse objetivamente los daños causados, de los que no se salvan ni sus dioses ni sus profetas.