28.9.14

Allen France previene sobre la psiquiatrización de los problemas cotidianos

















Malos tiempos para conocerse a uno mismo. O buenos, mejores que nunca, según se sepan afrontar las situaciones cotidianas y salir airosos de ellas. No sé qué diría Sócrates al respecto, pero sí lo que argumenta Allen Frances, catedrático norteamericano de Psiquiatría: "Hemos creado un sistema diagnóstico que convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales". Lo vemos con frecuencia. No hay catástrofe colectiva o accidente colegial o muerte de un familiar o incluso abandono de una novia sobre los que no se tienda cada vez más a acudir de inmediato al psicólogo  -o mejor dicho, el psicólogo se presente allí y supongo que no por la cara-, con la probable secuela de receta de ansiolíticos en tromba. ¿Qué diría mi padre que hizo una guerra, las pasó caninas, resultó herido y acabó sobreviviendo y más fuerte en su entidad personal que nunca? Entonces no existían psicólogos ni antidepresivos. Carga crítica con conocimiento de causa la opinión de Allen Frances: "Hace seis años coincidí con amigos y colegas que habían participado en la última revisión y les vi tan entusiasmados que no pude por menos que recurrir a la ironía: habéis ampliado tanto la lista de patologías, les dije, que yo mismo me reconozco en muchos de esos trastornos. Con frecuencia me olvido de las cosas, de modo que seguramente tengo una predemencia; de cuando en cuando como mucho, así que probablemente tengo el síndrome del comedor compulsivo, y puesto que al morir mi mujer, la tristeza me duró más de una semana y aún me duele, debo haber caído en una depresión. Es absurdo". No subestimemos, por favor, la capacidad de aguante y de superación de los seres humanos. Dejad que estos crezcan en y tras las dificultades  -y no solo se crezcan mientras duran-  y echémonos unos a otros una mano para evitar que todo sea tan tortuoso. Eso podríamos añadir. Sobre el negocio de los medicamentos psiquiátricos...punto y aparte. Casi tan extendidos como las patatas, por el bien del business de las multinacionales del ramo.