7.3.14

Un comentario encendido de Luis Rosales














"Quiero decir una cosa tan sólo: que creo en la poesía", olvidado poeta Luis Rosales en el prólogo de su poemario La casa encendida. Suena a acto de fe. Es sabido que la fe, como idea vaga o como concepto idealista o como acto de necesidad, o como todo ello en su popurrí, es siempre una especie de vínculo. Algunos proyectarán el término latino religio y dirán que religión, pero yo prefiero el término vínculo porque es abierto y libre. Muchos concebimos la poesía, y en general la literatura, la pintura, la música o cualquier manifestación artística, como vínculo con la vida. Y nos permite ir más allá: al fondo, si queremos, de la naturaleza, a la textura más dura de la materia, a la volatilidad de lo efímero. Vínculo, pues, que supone sentido de la vida, o afirmación en el sinsentido de ésta. Ratificación: a través de lo escrito comprobamos la dimensión de lo vivido. Viaje: entrada en las profundidades y entrañas de cuanto nos rodea. Descubrimiento: el mundo en que las emociones y los sentidos actúan desentrañando, y aunque no lo logren del todo, siempre nos sorprendemos. Revelación: no somos los mismos después de haber hurgado en las letras leídas y tras haber aportado nuestras pequeñas gotas textuales. Unas veces, la poesía es espuma, otras veces granitos de arena, otras solamente ímpetu, algunos logran impregnarse de la salinidad que adereza la búsqueda contrastada del hombre, unos pocos forman parte de la galerna y los elegidos alcanzan, a pesar de tanto elemento en juego, la calma...que nunca es definitiva. Pero todo ello ¿no configura acaso un inmenso océano expresivo? 

Párrafo entero tomado de la introducción de La casa encendida, que me sirve además para recordar de nuevo al recién partido viajero Leopoldo María Panero:

"Quiero decir una cosa tan solo: que creo en la poesía, y lo diré, y lo seguiré diciendo siempre -delante de esta yerba, delante de estos niños, delante de esta vida- , sabiendo que la palabra con la que lo digo es siempre impalpable y adherente traducción de ceniza. Y sé también que lo que quede de esta hora, si es que algo queda, en la ceniza de mis palabras, será también poesía. Vivir es ver volver. El tiempo pasa; las cosas que quisimos son caedizas, fugitivas, se van. Y esto es morir: borrarse de sí mismo, borrarnos de nosotros y sentir que se nos van secando, poco a poco, la tierra o la raíz donde fueron creciendo aquellas cosas que nos hacen el alma, aquellos seres que amábamos un día y a cuyo amor debemos lo que somos."


Dedicado a V.D., por su empeño hermoso en ahondar en la expresión poética.



Dibujo de Javier Mateo Hidalgo