12.1.14

El corredor de fondo de la vida que eligió cómo llegar a la meta













Emiel Pauwels, atleta belga de 95 años: "No lloréis por mí. Esas lágrimas me ponen triste. Sed felices, como yo. Toda la gente a la que quiero está hoy aquí. Solo por mí. Por eso puedo ser feliz.” Esto dijo en una fiesta familiar y de amigos la víspera de que le fuera aplicada la eutanasia solicitada. Para desgravar el dramatismo final, para sentirse arropado.  "Ha sido la mejor fiesta de mi vida”, leo en la prensa. No estaba dispuesto a soportar el padecimiento de un cáncer, ni quería prolongar ya una situación de desahucio vital en la que no se sentiría a gusto. Elección con plena conciencia. Un Estado y unas leyes que, al menos en este caso, sirven al ciudadano. Una celebración para la despedida. Un enfoque constructivo de la pérdida y de asumir la nada. Si la vida tiene mucho de carrera de fondo, nadie como el corredor para decidir cuándo se retira. Sobre todo si es nonagenario y lo que le espera va a martirizarlo. La calidad de vida es también la libre elección de la muerte, llegado el caso. Ese mensaje sucinto: "Sed felices", que me trae recuerdos y que invoca el alto valor de la conciencia del fin.