27.7.13

El apocamiento por la grandeza del mundo
















Maestro vedanta advaita Ramana Maharshi: "...la verdad se encuentra más allá de las palabras. No admite explicación." Y sin embargo ¿cómo renunciar a la palabra, una de las herramientas que ha crecido tanto hasta el punto de hacernos creer que ella es la Verdad en sí misma? Las religiones e ideologías que han recorrido el cielo y la tierra de la historia humana han hecho de la palabra su templo (y su fortaleza, y su medio de perseverancia, y su útil de penetración en las conciencias) Probablemente ese uso haya devenido en abuso (y en límite, negación, freno) Hasta el mismo Maharshi, desde el momento que emite una expresión verbal está cediendo a las palabras y, por lo tanto, edificando un determinado concepto. Acaso la verdad no es sino el impulso: algo nada ideológico y sí muy físico, natural. "La verdad carece de sentido, la grandeza del mundo me apoca", escribe Clarice Lispector. Aun sabiendo que la verdad, como absoluto, no se tocará jamás, hay que seguir prospectando por doquier. Para dejarnos apocar por la grandeza pero no ceder a la miseria. Para seguir escribiendo. Para seguir reduciendo la influencia de una verdad ideológica y palpar la endeble verdad de nuestro vivir (ser) cotidiano.